GENEALOGÍAS DEL CINE: EL EFECTO RASHOMON
DEL 16 AL 25 DE MARZO DE 2023
Mentir en normal.
La mayoría del tiempo no somos honestos
ni con nosotros mismos
Rashomon, 1950.
En tiempos de virtualidad, “fake news”, guerras cognitivas y empresas especializadas en analizar el comportamiento algorítmico para influenciar los resultados de las elecciones, es importante regresar a los fundamentales, en este caso a la relación que el mundo análogo entretuvo con la noción de “verdad”. Esa relación cambió, en términos cinematográficos, con la llegada al Festival de Venecia en 1950, de la séptima película de Akira Kurosawa, ganadora del León de Oro, convirtiéndose en su primer gran éxito internacional. Hablamos de la imprescindible “Rashomon”. Adaptación de dos historias cortas de Reynosuke Akutagawa, plantea una idea tan sencilla como revolucionaria: en el universo fílmico, los testimonios de múltiples personajes sobre un evento único no expuesto visualmente, no son necesariamente creíbles. Dicho de otra manera, tanto narración, como narrador y relato, al igual que las “versiones” que de ellos se desprenden, son relativas. Esta traslación al mundo de la estética de ecuaciones que definen las verdades del universo –la teoría de la relatividad de Albert Einstein-, y el rol de los observadores sobre un evento singular que plantea, cuya mínima diferencia relativiza lo observado, demostrando la curvatura de la materia en el espacio-tiempo, tiene consecuencias en términos de representación. La memoria, o el recuerdo al que recurrimos no es de fiar, y la forma en que estas se exponen visualmente por medio de una evocación, no es simple ni dada por ella misma, sino problemática. De allí que, especialmente en la década de los noventa, y los desafíos de estilo que obras de ruptura como las de Raymond Carver, Paul Auster o Philip Roth planteaban desafiantemente a la pantalla desde la literatura, la fragmentación, ruptura o difracción del relato en capítulos, personajes o puntos de vista sucesivos, marcaron el camino de lo que se conoce como el “Efecto Rashomon”.
El Cineclub El Muro, con curaduría de Sergio Becerra*, exdirector de la Cinemateca de Bogotá, propone a su público de la Távola Santa, reactivando la historia cinéfila de Chapinero, esta revisión genealógica de estilo cinematográfico, poniendo de manifiesto la enorme influencia que sigue teniendo en el cine moderno y contemporáneo, un clásico del séptimo arte como “Rashomon”, y las complejidades en las estrategias narrativas que plantea. Obras como las de Quentin Tarantino, basadas en el fragmento y la confrontación, o la de Christopher Nolan y su estética de la memoria, le deben absolutamente todo. Invitación cinéfila para que veamos juntos cómo el “horizonte de acontecimientos”, puede definir el rumbo de la (re)presentación del mundo actual, en torno a dos preguntas esenciales: ¿Qué tan necesaria es la verdad?, a la que se suma ¿Cuál es la naturaleza del tiempo?
Para saber más sobre la obra de Akira Kurosawa en su conjunto, y sobre “Rashomon” (1950) en particular, consultar el libro “Kurosawa 101”, editado por Sergio Becerra en 2012, publicado por la Cinemateca de Bogotá, y más particularmente el artículo de Jaime Barrera (pp. 53-79) “Rashomon: el final del comienzo”:
Para saber más sobre el “Efecto Rashomon”, consultar este video-ensayo del canal Studio Binder:
https://www.youtube.com/watch?v=M33BC3ZLFG4
Para saber más sobre los vínculos entre las nociones de verdad, justicia y la memoria humana, puestos de manifiesto por “Rashomon” (1950), de Akira Kurosawa, y su subsiguiente efecto, consultar la disertación de Sheila Marie Orfano, en la serie de conferencias TED-Education:
https://www.youtube.com/watch?v=xg5y6Ao7VE4

*Curador: Sergio Becerra.
Gestor, crítico e investigador de cine. Docente del Departamento de Arte de la Universidad de los Andes durante 14 años, ex director de la Cinemateca de Bogotá de 2008 a 2012, ha editado más de 15 publicaciones sobre cine colombiano, latinoamericano y mundial. Ex director igualmente del Cineclub de la Universidad Central (2015-2017), ha sido invitado a curar y presentar ciclos en varios Festivales Internacionales como Nantes y Biarritz.