“Ni masacre, ni genocidio: Paz y Justicia en Palestina”

“Ni masacre, ni genocidio: Paz y Justicia en Palestina”

DEL  17 AL 23 DE NOV. DE 2023

JUEVES Y VIERNES 5:45 Y 8 PM, SÁBADOS 3:00 PM

ÚNICA FUNCIÓN

En directo, transmitido por televisión al mundo entero, el planeta ha asistido impávido, tanto a la masacre de civiles, ciudadanos israelíes asesinados brutalmente por milicianos de inspiración religiosa, provenientes del enclave palestino de Gaza, rodeado por tierra y mar, y sometido a todo tipo de medidas de bloqueo permanente y sistemático, acción ante la cual, el Estado de Israel ha reaccionado de manera demencial e indiscriminada, causando hasta ahora al menos once mil civiles muertos por los bombardeos, la mitad de los cuales son niños. En un mes de acción armada, las fuerzas invasoras israelíes han vertido sobre la población martirizada de Gaza, la misma cantidad de bombas que las fuerzas rusas sobre las ciudades de Ucrania en más de un año y medio de guerra. Ante esto, Estados Unidos y la Unión Europea denunciaron a las fuerzas rusas de cometer “genocidio”. Frente a las mismas acciones, que según las Naciones Unidas constituyen crímenes de guerra, tales como la expulsión de civiles, el bombardeo indiscriminado, la destrucción de hospitales, centros educativos y lugares de culto, todos ellos parte de un castigo colectivo constitutivo de una clara acción de limpieza étnica, Joe Biden y Ursula Von der Leyen, aplauden y respaldan dicho accionar, denunciado por el Secretario General de Naciones Unidas, ya que, según ellos, “El Estado de Israel tiene derecho a defenderse”. Pero, ¿a qué costo? ¿Por cuánto tiempo más?

 

 Este último episodio, de una larguísima lista de acciones perpetradas por las fuerzas sionistas en contra del pueblo palestino y su derecho legítimo a gozar de un estado libre y soberano, a lo largo de más de 80 años, denunciadas por intelectuales de prestigio mundial, como Noam Chomsky, Schlomo Sant, Ilan Pappé, Rony Brauman o Eyal Weizman, judíos no sionistas, que por ende nadie puede tildar de antisemitas, que han enfrentado valientemente los crímenes perpetrados por el autodenominado “Estado Judío”, se sintetizan en esta declaración de Norman Finkelstein, que dijo en un auditorio: “Mi padre estuvo en el campo de concentración de Auschwitz, y mi madre en el de Majdanek, cada uno de los miembros de mi familia por ambos lados fue exterminada, mis padres estuvieron en el levantamiento del gueto de Varsovia, y es precisamente por las lecciones que recibí de ellos, que no puedo permanecer silencioso frente a los crímenes que el Estado de Israel comete en contra del pueblo palestino. Por eso considero absolutamente despreciable usar el sufrimiento y el martirio de personas como mis padres para justificar la tortura, la brutalización y la demolición de casas que Israel realiza diariamente contra los palestinos. Así que me rehúso a seguir siendo intimidado por las lágrimas de cocodrilo. Si ustedes tienen algo de corazón deberían estar llorando por lo que se le hace a los palestinos.”

 

El peor de los escenarios está ante nosotros: un diálogo de sordos y de espejos de fuego retroalimenta una retórica apocalíptica en ambos lados. La extrema derecha religiosa israelí y el HAMAS son dos caras de la misma moneda. Se necesitan para subsistir. Ante esto, el Cineclub El Muro, suscribiendo el derecho que le asiste a los pueblos a reconocerse mutuamente y a vivir en paz e igualdad, con curaduría de Sergio Becerra, entrega elementos fílmicos de análisis crítico e histórico, provenientes tanto de cineastas palestinos como israelíes, que se oponen a la guerra y a la destrucción del otro, y que apelan a la creación y la convivencia. Ante tanta pequeñez, el gigantismo de Yasser Arafat permanece como guía.

 

Curaduría a cargo de Sergio becerra, docente e investigador audiovisual.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×